Dicen que dicen por Noruega que Munch gustaba de pintar al aire libre. Según cierta leyenda urbana, cuando estaba pintando El Grito , un pájaro decidió arrojar sus excrementos, de modo que todavía hoy se puede observar una mancha blanca en el cuadro. ¿Tiene esta historia algo de verdad? Podéis descubrirlo en este artículo. Leer más.
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