Quien más y quien menos ha escuchado o ha sido increpado con ese grito en alguno de los cientos de museos esparcidos por todo el mundo. Por norma general asumimos que realizar una fotografía con flash a una obra de arte es algo cercano a un acto vandálico, pero, más allá de lo molesto que resulta para el resto de visitantes del museo, ¿hasta qué punto es perjudicial para la propia obra esa brevísima exposición a un intenso destello de luz? Leer más.
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